jueves, 17 de marzo de 2011

Y yo a ti.


El grupo estaba sentado en el salón. Fuera llovía incansablemente. Había estado así toda la mañana y parecía que no iba a dar tregua.

Ella fue a la primera que abrazó. Duró solo un instante. Pero se aferró a aquél instante sabiendo que no se repetiría en mucho tiempo.
Lo primero que notó fue su calor. Y le gustaba, en sus brazos se sentía bien. Casi sin darse cuenta el se acercó a su oído y pronunció aquellas palabras, las mismas que había dicho meses atrás cuando se conocieron y se despidieron por primera vez.

Te voy a echar de menos.

Ella se estremeció.

Y yo a ti.

Apoyó su mejilla en su hombro, una décima parte de aquél instante lo pasó allí. Queriendo haber dicho mucho más.

















He estado unos días en Cádiz. (Y uno en Sevilla, que es preciosa). En una palabra, maravilloso.


Un bonito gesto de solidarización con la catástrofe de Japón.

http://las1000grullas.wordpress.com/