Abrazos vacíos.
Miradas perdidas.
Caricias desperdiciadas.
Besos efímeros.
Proyectos inacabables.
Malos recuerdos.
Promesas incumplidas.
Conversaciones sin rumbo.
Paseos sin estrellas.
Noches sin fin.
Lágrimas amargas.
Sonrisas forzadas.
Miedo amenazante.
Nudos en el estómago.
Sueños inalcanzables.
No quiero... Infiernos sostenidos.
Yo nunca dije que sabía lo que quería. Pero ahora, después de todo, si se lo que no quiero.
A veces creo que es más importante saber lo que una no quiere a lo que se quiere, porque hoy en día se quieren tantas cosas...
ResponderEliminarpetons
Totalmente de acuerdo con Verónica. Es muchísmo mejor saber lo que no se quiere. Besos.
ResponderEliminarPues ya es difícil saber lo que no se quiere. Ahora, al menos, podrás elegir.
ResponderEliminarBesos